Las vacunas salvan vidas.
Gracias a las vacunas, desde finales del siglo XVIII se ha reducido el azote de enfermedades como la polio, el sarampión y la viruela, y esto ha servido para salvar millones de vidas. Hoy día, las vacunas son nuestra mejor esperanza para poner fin a la pandemia de COVID-19 y volver a disfrutar de las personas que amamos y de las cosas que nos gustan.